Editores: Mauricio Morales y Patricio Navia

Las elecciones presidenciales chilenas de diciembre de 2009 y enero de 2010 constituyeron un auténtico sismo político. Aunque los datos muestran que el movimiento en las bases electorales no fue mucho mayor que el observado en 1999 o 2005, el resultado de las votaciones en la primera u en la segunda vuelta produjo efectos que han alterado la geografía política del país. Si bien la irrupción de Marco Enríquez-Ominami, la presencia de tres candidatos provenientes de las filas concertacionistas, el contexto de crisis económica y la enorme popularidad de la presidenta saliente eran hechos que en forma independiente harían de ésa una contienda inolvidable, fueron la derrota de la Concertación -la primera en veinte años de democracia-  y la victoria de Sebastián Piñera, el candidatos de la coalición de derecha que se había esforzado en proyectar una imagen de moderación, las noticias que coparon los medios de prensa.

Los capítulos de este libro ofrecen, con un lenguaje ameno y claro, pero también con datos estadísticos y metodologías sofisticadas, algunas explicaciones sobre el sismo electoral de las elecciones presidenciales chilenas de diciembre de 2009 y enero de 2010. El uso de la metáfora sísmica responde tanto a la coincidencia del terremoto del 27 de febrero con el proceso electoral como a la tradición politológica de referirse a los cambios en los patrones de conducta electoral en lenguaje sismológico. ¿La victoria de Piñera representa la aparición de una nueva falla en la geografía electoral de Chile, o es sólo un temblor cuyo efecto más evidente es el cambio en la superficie del color político de la coalición de gobierno? Ésa es la interrogante central que este volumen intenta responder.